Apolo y Dionisio

Fruto de la investigación personal, la libertad creativa y la hermandad en el fuego cervantino proponemos:

En manos de Dionisios y Apolo nos sentimos. Contagiados de su gracia y su tragedia: Reverencia. Pernoctamos en Eleusis y Esalen: nómadas y enraizados.
Amanecemos en la vasta Tradición del Fuego: guerreros. En el Jardín de Epicuro, a la caída de la tarde, conversamos y brindamos con Nietzsche: hedonistas y ascéticos.
La neurosis es un portal sagrado hacia el oscurecimiento, la epifanía, la voluptuosidad y la liturgia.
Gestálticos, Fritzianos, Cervantinos: pendencieros y solares.
Y la noche nos vuelve a sorprender borrachos en el templo y orando en la taberna.
Efímeros y eternos, bien lo sabemos, por eso libres. En camino.

 Pedro Ureña y Amós Vásquez.