Somos esencialmente gestálticos. Creemos que la terapia enseña a desarrollar los recursos necesarios para vivir más de acuerdo con uno mismo y con el entorno. Para legitimar lo que uno realmente experimenta, siente y piensa, aunque no coincida con lo socialmente aceptado, hace falta recuperar la espontaneidad y el darse cuenta sensorial y emocional que es en gestalt sinónimo de salud. Damos prioridad a lo que ocurre en el aquí y ahora de las sesiones de terapia porque el darse cuenta de lo que uno siente ocurre siempre en el presente y actualiza el pasado. Por eso, gran parte de nuestro trabajo consiste en acompañar a nuestros pacientes a dejar fluir las emociones sin prejuzgarlas. Las emociones conflictivas se suelen disfrazar de palabras y justificaciones, por eso le damos mucha importancia también a la toma de conciencia corporal para poder liberarlas. Porque consideramos neurótico el exceso de racionalización, alentamos a nuestros pacientes a que cuestionen las ideas preconcebidas sobre si y sobre el mundo.
Compartimos el criterio de que el proceso terapéutico consiste en: no reprimir ni controlar lo que uno experimenta, aprender a conocerse, desarrollar los recursos propios y vivir con mayor autenticidad.
El espacio y el lugar influyen en la actitud del trabajo. En Gestalt-Cervantes nos sentimos afines al Barrio de las Letras que siempre se ha mantenido fiel al talante integrador del intelecto, de la tradición y la modernidad, del arte y la actividad artesanal. Somos unos artesanos más que practicamos en él nuestro oficio.




